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Muchos habéis oído hablar de casos de hombres crossdresser en Madrid. Es un término que cada vez suena más. Aun así, todavía no es popular del todo. Aquí te despejamos dudas y te explicamos qué significa.
La palabra crossdresser significa literalmente ‘travesti’. Decimos que no es adecuada esta denominación porque una persona crossdresser no tiene exactamente las características de lo que conocemos por travesti.
El crossdresser es un individuo al que le gusta vestirse con ropa del género opuesto. Esto no significa que tenga que ver con su orientación sexual. De hecho la mayoría de crossdressers en Madrid y, en general, son hombres heterosexuales. También existen hombres bisexuales, homosexuales e incluso mujeres a las que les gusta vestirse de hombre. Pero el modo de vida crossdresser más habitual se da en heteros.
Un sujeto crossdresser Madrid disfruta de llevar ocasionalmente prendas femeninas. Le satisface verse ataviado con los clichés asociados al vestuario femenino. Peluca, maquillaje, vestido, medias de lycra, tacones… Suelen hacerlo en la intimidad puesto que la mayoría no se sienten preparados para que su entorno lo sepa.
Actualmente escuchamos hablar cada vez más de casos de crossdresser en Madrid. Esta práctica no debería ser un tabú. Los motivos que hacen que un hombre se incline por ello están relacionados con la conexión que establecen con su lado femenino. En la sociedad, aún tenemos instaurados patrones de género. Continuamos considerando que un hombre heterosexual debe ser el que lleve el peso económico de un matrimonio, por ejemplo. Cuando el crossdresser se viste de fémina lo que quiere en numerosos casos es aliviarse por unos momentos de estas responsabilidades que les vienen otorgadas por un pensamiento colectivo generalizado.Muchos chicos que se intercambian la ropa con chicas aseguran que esta costumbre les amplía las miras. Les hace empatizar más con las mujeres y mejoran sus relaciones interpersonales con ellas. Al conectar con su lado mujeril las entienden mejor. Así que ser crossdresser tiene sus ventajas más allá del pudor que produzca.
Como decíamos en la primera parte, un crossdresser no tiene de qué avergonzarse. Intercambiarse las prendas no debería ser ya motivo de repudio. No obstante, entendemos que confesarlo a tu cónyuge continúa siendo incómodo. Especialmente si hay niños de por medio. Cabe la posibilidad de que tu esposa no lo comprenda o lo malinterprete.
Quizá piense que lo que te ocurre es que eres homosexual o que has dejado de sentir deseo sexual por ella. Es lógico que al principio le cueste entender que no se trata de nada de eso. Que sigues siendo un hombre heterosexual que la quiere y al que todavía le pone su mujer. Pero con la excepción de que en algunos momentos quiere ‘disfrazarse’ (bien sea con la ropa de su propia esposa o con otra).
Muchas parejas lo llevan bien. Pero en otros casos culmina en divorcio por falta de entendimiento. Por eso la mayoría de crossdressers prefieren mantenerlo en secreto. En muchos casos de aceptación por parte de la mujer, lo que ocurre es que aún permitiéndolo prefiere obviarlo y no ver a su marido vestido así.
Sin embargo, la praxis de crossdresser en Madrid ha crecido significativamente durante los últimos años. Vamos, el gusto de ciertos hombre por cambiarse las prendas siempre ha estado ahí. Nos referimos a que cada vez resulta más usual escuchar hablar de ello.Crossdresser puede ser cualquiera. No importa la edad o profesión. Cualquier hombre puede sentir la llamada de la curiosidad y el morbo de estar en ‘la piel’ de una dama. Puede que tú mismo te sientas identificado con un crossdresser Madrid o que se identifique con ello tu vecino, el banquero, tu compañero de trabajo, el obrero que te ha reformado la casa… Lo que queremos recalcar es que no hay un perfil estereotipado.
¿Crees que encajas con la descripción de crossdresser? ¿Te gusta ponerte falda y zapatos de tacón? A lo mejor te ha costado reconocerlo. Pero aquí no vas a sentirte juzgado por nadie.
A los hombres como tú a veces les apetece salir a la calle vestidos de señorita. Es más, muchos se sentirían más cómodos si charlaran con otros crossdressers o se reunieran con ellos para hacer actividades femeninas. Es por esto por lo que cada vez hay más asociaciones de crossdresser en Madrid o se organizan quedadas.
En otras circunstancias, se da que el crossdresser desea tener relaciones sexuales llevando su indumentaria puesta. La comunicación con tu pareja y la creación de círculos sociales donde cada persona pueda expresarse y actuar como desea es el modo más sano y satisfactorio de vivir la vida. Vincúlate con amigos y amigas liberales, abiertos de mente que valoren la confidencialidad. Así te sentirás totalmente seguro y podrás liberarte y vestirte de lo que quieras. El objetivo es estar cómodo como para follar vestido como a ti te dé la gana.
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